Todavía recuerdo… cuando era pequeña y pasaba por casa de mi abuela, muchas veces ella estaba cocinando. Recuerdo, como si fuese ahora, cuando mi hermana y yo le pedíamos que hiciese bollos a la sartén.
Me acuerdo de cuando hacía bizcocho de yogur. ¡Qué rico que estaba! Jamás he vuelto a probar un bizcocho como aquel. Una de las recetas más sencillas del mundo, esa que he vuelto a hacer un montón de veces pero que jamás sabe igual que el que hacía la abuela.
Te la voy a mostrar. Esta receta nunca falla. No te voy a recomendar que la imprimas, te puedes descargar el PDF y siempre la tendrás aquí para poder consultarla.
Vas a necesitar muy poquitas cosas: para medir, solo necesitas el vasito del yogur que vas a utilizar en la receta, un bol grande para hacer la mezcla, un recipiente para introducir en el horno y algo para mezclar.
El toque de la abuela
Mi abuela siempre usaba un yogur de limón y le echaba un poco de rayadura de limón, pero también puedes probar con uno de stracciatela, de frutos del bosque, incluso de piña… el bizcocho tendrá un toque diferente.